La historia
Como si el tiempo se hubiera parado, la colina de Fourvière, conocida como «la colina que reza», vela por la ciudad de Lyon. En su silencio conventual, reinan una serenidad y una espiritualidad que no se encuentran en ningún otro sitio. Christophe GRUY, presidente del grupo MAÏA, se enamoró del lugar. Fruto de ese amor nació Villa Maïa, un hotel suntuoso pero intimista imaginado, diseñado y decorado por Jean-Michel Wilmotte, Jacques Grange y Louis Benech. Un trío reunido por primera vez por Villa Maïa y Lyon.
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Nuestro mundo
Descubra el mundo del grupo Maïa.
Jacques Grange
Ha decorado las casas de grandes nombres de todo el mundo: Yves Saint-Laurent, Isabelle Adjani, la princesa Carolina de Mónaco, Francis Ford Coppola… Y también el Mark Hotel o la joyería Paloma Picasso en Nueva York. Hace algún tiempo, le dedicaron un artículo en The New York Times titulado Jacques Grange, le bon goût.
Al decorar Villa Maïa, estaba encantado de trabajar en Francia. ¡Y siempre pasa a saludarnos!
Jean Michel Wilmotte
Arquitecto de fama internacional, Jean Michel Wilmotte no deja ningún detalle al azar. La arquitectura de Villa Maïa es contemporánea pero, al mismo tiempo, respeta la historia de la Antiquaille. Así lo demuestran las formas de las molduras de la fachada o la armonía en la elección de los colores. Gracias a la ubicación del hotel en la ladera de la colina, la mayoría de las habitaciones disponen de un punto de vista excepcional de la ciudad. Un verdadero cuadro de la vida real.
Louis Benech
Su amor por las plantas llevó a Louis Benech a la jardinería. Nada más licenciarse en Derecho, se fue a trabajar a Inglaterra… pero como operario horticultor en los famosos viveros Hillier. Luego se convirtió en jardinero de una propiedad privada en Normandía y, en 1985, emprendió su carrera como paisajista. En 1990 le encargaron, junto a Pascal Cribier y François Roubaud, la remodelación de la parte antigua de los Jardines de las Tullerías de París.
Desde entonces, ha trabajado en muchos jardines de gran prestigio como los del palacio presidencial del Elíseo, el Quai d’Orsay, Courson, la rosaleda de Pávlovsk de San Petersburgo, el palacio imperial de Achilleion de Corfú, el cuadrilátero de los Archivos Nacionales de Francia, el parque del Château de ChaumontsurLoire o la arboleda del Théâtre d’Eau de los jardines del palacio de Versalles.
Equipo
El equipo Villa Maïa es ante todo un hogar en el que vale la pena vivir. Y eso solo es posible con un equipo que también considera Villa Maïa su hogar y da la bienvenida a sus invitados. Cada minuto de cada día, alguien vela por usted y por su bienestar. Nuestra casa cumple tres años. Tres años en los que hemos afianzado, con pasión y perseverancia, el servicio que nos esforzamos por prestar todos los días. Desde nuestros comienzos, tenemos una frase que nos anima cada mañana: «la amabilidad no es una debilidad», sino todo lo contrario.
Como un mágico paréntesis
Château de La Chaize: «Familias, os amo…»
A siglos de distancia de Villa Maïa y sin embargo muy cerca de Lyon, en plena región vinícola del Beaujolais, está el Château de La Chaize.
Desde que fue construido en 1676 siguiendo los planos de Jules-Hardouin Mansart y André Le Nôtre, es una casa familiar. Los descendientes del fundador, Jean-François de La Chaize d’Aix, velaron por los intereses de la propiedad de 330 hectáreas, durante casi trescientos cincuenta años. En 2017, se lo traspasaron a otra familia, la de Christophe Gruy. Mediadores entre su prestigiosa historia y su prometedor futuro, los nuevos propietarios están decididos a hacer honor a sus magníficos viñedos, pertenecientes a las denominaciones Brouilly, Côte de Brouilly y Fleurie. Con una atrevida estrategia ecológica y parcelaria, han logrado que los vinos del Château de La Chaize expresen plenamente su carácter y la singularidad de su tierra.
Hoy, el equipo de Villa Maïa se complace en proponerle una selección de vinos del Château de La Chaize en el bar del hotel.
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