“He concebido Villa MAÏA como un refugio: elegante, cálido, cómodo, con habitaciones donde uno tenga ganas de acurrucarse.” Jacques Granges
Las habitaciones, las suites y el apartamento
Desde la posición más elevada, inmersos en el silencio y la paz de la colina que reza, contemplamos los extraordinarios jardines, fijando la mirada en los techos de la ciudad, atraídos por la inmensidad, el infinito, el horizonte. No muy lejos de ahí, vigilante, se sitúa la Basílica Notre-Dame de Fourvière.